miércoles, 9 de junio de 2010

Las tarjetas y el Fair-Play


La FIFA es muy exigente a la hora de castigar el juego violento, al que tanto se presta el fútbol donde se producen choques y contacto a velocidades trepidantes. Por eso se amonestan a los jugadores que traten de quitar o desviar una bola entrando de manera que ponga en riesgo a otro jugador, con sus ganchos alzados o por detrás de quien lleva el esférico.

El árbitro y sus asistentes velarán porque no se generalicen los golpetazos a los tobillos y espinillas ni que en un salto se abran y abaniquen los codos, ni se levanten los ganchos por encima de la rodilla cuando hay jugadores cerca.

Como en otros deportes los árbitros trabajan con reglas y guías que siguen según su apreciación, sobre todo en este deporte en que tantas veces se juzga la intención en la jugada. El oficial decidirá si la intención de una barrida, que tumbó a un oponente, era con la intención de quitarle la bola o de hacerle daño.

A diferencia del baloncesto, en el fútbol asociación no se anotan todos los fouls ni se establece un límite fijo de faltas. Un jugador estará en la mira de los árbitros si es recurrente en los fouls llamados "moderados" por lo que generalmente es advertido antes de sancionarle. Pero también si el árbitro estima que dio un foul peligroso le mostrará una tarjeta amarilla que irá a su récord del torneo, y si le sacan otra tarjeta amarilla en el mismo juego es equivalente a expulsión (sin sustitución) y se pierde el próximo partido.

Si un jugador carga una tarjeta amarilla de un juego previo (literalmente está "fichao") y comete otra falta sancionada con tarjeta, se suspende para el próximo encuentro.

Si el árbitro estima que un jugador comete un foul flagrante, deliberado y peligroso le sacará un cartón rojo directo al agresor, lo que conlleva su expulsión inmediata del partido (sin sustitución) y se le suspende para el próximo encuentro.

Al igual que en la mayoría de los deportes, la “conducta antideportiva”, como escupir a un contrario, insultar a un árbitro, lanzar (y/o pegar) una bofetá y otras malascrianzas, son sancionadas y a juicio del árbitro se expulsará con tarjeta roja, o amonestará con amarilla a los infractores.

Pero el Fair Play o “juego limpio’’ que promueve la FIFA, también implica que se jugará honestamente, sin pretender engañar al árbitro ni al público. Por eso, si el oficial estima que en una jugada se finge una caída, por ejemplo, para provocar un penal, se le da una tarjeta amarilla automática al jugador/actor.

Tarjetas acumulativas en Suráfrica

Para este Mundial la FIFA flexibilizó las reglas anteriores y ahora los jugadores que reciban una tarjeta amarilla en la ronda de grupo u octavos de final, se le borrará automáticamente en los cuartos de final, por lo que un futbolista no será suspendido por acumulación de preventivas en las instancias de cuartos, donde sí comenzaría a acumular nuevas tarjetas si el equipo pasa a semis y finales de la Copa.

2 comentarios:

  1. Manolo, cuenta lo que pasa cuando el arbitro expulsa a un portero.

    Y no te olvides del "fuera de lugar" , que tantas falsas alegrias nos ha dado.

    Gracias por el blog ... me encanta!

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  2. MRXICO O FRANCIA. VOY A LOS AZTEZCAS. DAME TU PRONOSTICO.

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